Laboral
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales requiere una “actualización integral” para adaptarse al Siglo XXI
07.11.25 | Estatal
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales cumple 30 años en un contexto laboral muy diferente a cuando se puso en vigor, en 1995, y supuso una “auténtica revolución” en todo lo relativo a la salud y seguridad en el trabajo.
Factores, como la digitalización, el envejecimiento de los trabajadores, la feminización del trabajo o los nuevos riesgos psicosociales y retos éticos, aconsejan que se acometa su actualización de manera integral.
Según SATSE, esta ley debe “mantener su espíritu”, pero ampliar su alcance a las nuevas realidades de la salud laboral del Siglo XXI.
Más protección
Esta modernización debe conllevar la integración de la salud mental y la igualdad de género como ejes estratégicos de la norma. También se tiene que reforzar la protección de la intimidad y la confidencialidad de las personas trabajadoras.
Otras propuestas del Sindicato son potenciar el papel de los delegados de prevención como garantes de la participación y la vigilancia democrática. SATSE recalca que son “un pilar de la prevención”, pero su papel se ha visto limitado por la externalización y la falta de recursos.
Por ello, urge reforzar su formación y su capacidad de acceso a la información preventiva y participación real en la planificación de la salud laboral. También deben ser agentes activos en la aplicación de los planes de igualdad y la detección de la violencia o acoso laboral y sexual.
Desde la organización sindical se insiste, además, en que hay que alinear la acción preventiva con los Planes de Igualdad, creando un marco común de salud, igualdad y derechos laborales.
Penosidad
La organización sindical considera fundamental que se reconozca la penosidad y especificidad de determinados trabajos, como es el de las enfermeras y enfermeros, adecuando la prevención a su alta carga física, biológica y emocional.
La necesidad de actualizar la Ley de Prevención de Riesgos laborales para que mejore la salud y seguridad laboral de estos profesionales sanitarios pasa por incluir expresamente la penosidad, toxicidad y riesgo biológico, como criterios de evaluación y compensación, la inclusión del sector en regímenes especiales o propiciar medidas de jubilación anticipada por su exposición continuada a múltiples riesgos laborales.
Mayor prevención
También se debe reforzar la prevención ergonómica y de carga física; la prevención psicosocial con enfoque de género, y evaluar los riesgos derivados de los turnos rotatorios, nocturnos y las jornadas extensas, ya que afectan de forma distinta a las mujeres por su rol de cuidados.
Por último, desde SATSE se plantea introducir medidas de conciliación real en la organización de turnos, mejorar la protección frente a agentes biológicos y la exposición química, y el fortalecimiento de los comités de seguridad y salud, así como potenciar la perspectiva de género y corresponsabilidad institucional.
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